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De manchas a globos: una colección de fuentes divertidas
El mundo de la tipografía puede ser un asunto serio. Serif vs. sans-serif , kerning, interlineado... la terminología por sí sola puede hacerte sentir un poco abrumado. Pero, ¿qué pasa si quieres que tu texto sea cualquier cosa menos serio? ¿Y si anhelas un poco de fantasía, un toque de lo inesperado? Veamos algunas fuentes divertidas y cómo usarlas.
Las fuentes divertidas, también conocidas como fuentes divertidas, son aquellas que rompen con las convenciones. Pueden ser caricaturescas, con letras de burbujas o al revés. No son para informes formales, sino para invitaciones a una fiesta infantil, un póster peculiar o una página de fiesta en línea.
¿Cuándo hacer una tontería?
He aquí por qué deberías elegir una fuente divertida en lugar de una opción más tradicional:
Llama la atención: en un mar de texto, una fuente divertida puede hacer que tu mensaje destaque. Es un grito visual que dice: "¡Mírame! Soy diferente, ¡y eso es bueno!".
Establece un tono divertido: las fuentes divertidas establecen instantáneamente un ambiente alegre y divertido. Indican que no te tomas demasiado en serio y que quieres crear una atmósfera divertida.
Exprese su creatividad: las fuentes divertidas abren un mundo de posibilidades para la expresión creativa. Le permiten dar rienda suelta a su niño interior e inyectarle personalidad a su diseño.
Dirigirse a un público divertido: ciertas fuentes tontas son perfectas para llegar a un público en particular, como niños o aquellos con un espíritu infantil.
Explorando diferentes estilos tontos
El mundo de las fuentes divertidas es diverso. A continuación, se muestran algunos ejemplos de texto de algunas de las fuentes de la colección anterior para inspirarte:
¿Demasiadas tonterías? Todo es cuestión de equilibrio
Si bien no existen reglas complejas con las fuentes tontas, un poco de pensamiento estratégico ayuda mucho:
Tenga en cuenta la legibilidad: incluso la fuente más tonta debe ser legible. Elija fuentes con formas de letras claras o limite el uso de fuentes tontas utilizándolas solo para títulos y encabezados, y elija una fuente sans o serif más legible para el cuerpo del texto.
Menos es más: no te excedas con tonterías. Demasiadas fuentes divertidas pueden resultar abrumadoras y restarle importancia a tu mensaje. Limítate a uno o dos elementos divertidos para lograr el máximo impacto.
Utilice el color: las fuentes divertidas suelen combinarse bien con colores brillantes y alegres. Experimente y encuentre una combinación que resalte la fuente que ha elegido.
Divertirse
Las fuentes divertidas son una forma encantadora de agregar personalidad, captar la atención y crear una impresión memorable. ¡Acepta lo divertido, da rienda suelta a tu creatividad y diviértete con la tipografía!